Cómo tratar la adicción a videojuegos, la nueva enfermedad mental

La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó el 11 de febrero del 2022 a la adicción a los videojuegos en su lista actualizada de enfermedades que, por primera vez, la coloca en su apartado de desórdenesmentales.

La undécima Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS (ICD-11) se elabora con datos de más de 90 países y es utilizada por los profesionales de la salud para estandarizar su labor. La lista codifica 1,6 millones de casos clínicos y es la primera revisión de la lista en 30 años, por lo que la anterior pertenece a un tiempo en el que este trastorno apenas existía.

¿Cuáles son los síntomas de esta enfermedad mental?

Entre los síntomas de una posible adicción, la OMS destaca el no poder parar de jugar en Internet o en una consola, así como desatender las amistades o el trabajo a causa de ello, en periodos superiores a un año.

La psicóloga especialista en adicciones, Andrea Fernández, dice que una adicción a los videojuegos se trata de una adicción no química, es decir que la persona no consume una sustancia. En este caso, es un trastorno de dependencia vinculado a una actividad y genera una especie de recompensa que empieza a tener el cerebro frente a ciertas conductas.

Esta adicción, que es más frecuente en niños y adolescentes, se puede desarrollar por varios factores, entre ellos, la dificultad para gestionar emociones y sentimientos, baja tolerancia a la frustración, depresión o problemas en el colegio como acoso. “En los videojuegos encuentran una manera de refugio”, sostiene.

Señales de alerta

Una de las señales de alerta es el aislamiento social, ya que los dependientes de los videojuegos prefieren jugar antes que pasar tiempo con la familia o salir con amigos.

También, al estar tanto tiempo en un videojuego el niño o adolescente deja de lado el estudio. No hace tareas y su rendimiento escolar disminuye.

Cuando se les habla del tema se muestran irritables o irascibles.

Prefieren, por sobretodo, jugar a realizar otra actividad y pierden la noción del tiempo.

No tienen control sobre el juego y continúan a pesar de las consecuencias adversas que le produce.

Para Fernández, si un niño o adolescente pasa mucho tiempo en un videojuego y muestra ese comportamiento, se debe cuestionar que algo ocurre y puede ser que la persona intente evadir un conflicto o tiene problemas. “Hay que ver qué pasa detrás de esa adicción”, dice.

¿Cómo actuar?

Análisis. Un primer paso es analizar el tiempo que destina a los videojuegos. Los padres deben conversar con el niño o adolescente sobre las horas que pasa frente a la pantalla y ver si lo nota, indica la psicóloga Josselyn Luna.

Control. También es importante reducir paulatinamente las horas de juego y poner un límite. El tiempo máximo recomendado es una hora al día.

Identificar el origen. La visita al psicólogo es clave para conocer lo que hay detrás de una adicción. Fernández menciona que se puede tratar de una depresión o algún tipo de esquizofrenia que solo un especialista lo puede diagnosticar.

Dele opciones. Para Luna es necesario que los padres incentiven nuevos hábitos y formas de entretenimiento sanas como el ejercicio, visitar museos, parques, bailar o la lectura. Especialmente actividades que sean de interés para el niño o adolescente.

Las especialistas coinciden en que, si no se trata un problema de adicción a tiempo, esta puede desembocar en otras como la dependencia al alcohol o las drogas. “Es algo que le puede afectar a lo largo de su vida”, alerta Fernández