Quito espera un 40% más de turistas en 2022, bicentenario de la independencia

Tras un 2020 especialmente castigador y un 2021 de cierta recuperación, Quito espera un crecimiento del turismo del 40 % en 2022, bicentenario de su independencia de España, y devolver con ello a la ciudad el que es uno de sus principales motores económicos.

“Quito tenía una industria turística muy activa, la mayoría de operadores receptores de turistas internacionales se encuentran aquí, entonces el impacto ha sido mucho más fuerte para nuestra ciudad”, dice la gerente de Quito Turismo, Cristina Rivadeneira, en una entrevista sobre las perspectivas del sector en 2022.

Este año la capital de Ecuador recibió a unos 250 000 turistas internacionales, y para el que viene aspira a alcanzar la cifra de 350 000, un incremento que dependerá en gran parte de que las medidas de contención de la pandemia del coronavirus tengan el mismo éxito que en el año que ahora concluye.

Ecuador ha conseguido vacunar estos últimos meses a más de 12,4 millones de habitantes, algo más del 77 % de la población objetivo, lo que en términos generales consiguió frenar los contagios y fallecimientos y afianzar la recuperación, ahora pendiente de que la variante ómicron no haga estragos.

Optimista de que así será pese al ya tradicional incremento de contagios en diciembre por las fiestas de Quito y las Navidades, Rivadeneira está convencida de que las medidas de bioseguridad introducidas por el Municipio tendrán un aporte crucial en el sector turístico.

“El tema de la seguridad turística ha sido muy importante, eso es un trabajo con el Gobierno nacional, porque lo que es bueno para el ciudadano es bueno para el turista”, afirma la ejecutiva.

En el Distrito Metropolitano de Quito, una ciudad de unos tres millones de habitantes, alrededor de 300 000 personas dependían del turismo de forma directa o indirecta hasta 2019, impulsados por un casco histórico reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad y una oferta variada de naturaleza y biodiversidad a escasos kilómetros.

Turismo patrimonial, de aventura, rural y hasta religioso, con tradiciones centenarias que entrelazan el pasado precolonial indígena, el acervo histórico español y 200 años de historia independiente ecuatoriana.

En ese sentido, 2022 se perfila como un año de conmemoración, en el que la ciudad celebrará el bicentenario de la Batalla de Pichincha que condujo a la independencia de Quito y de este país.

“Tenemos que ponernos metas para sostener la promoción y reactivar la economía”, sostiene Rivadeneira, quien enfoca sus estrategias tanto en el incipiente turismo nacional como el de más larga trayectoria internacional.

Turismo nacional, un nuevo enfoque

Y es que la pandemia ha descubierto a Quito Turismo un potencial que hasta hace apenas dos años tenía casi marginado, el del turista local y nacional, que este último año ha dejado una huella indeleble con su aporte a la recuperación del sector.

Se trata por un lado del propio quiteño, que hasta ahora solía abandonar la ciudad durante los feriados, y al que el Municipio ha abierto una oferta especial de actividades para que permanezca en la ciudad y acuda a museos, teatros, festivales y otras actividades.

“Son acciones que vemos necesario que permanezcan en el tiempo para que el quiteño diga: Me quedo aquí y no me voy a la playa”, explica.

Por el otro, el Municipio se ha enfocado en el turista de zonas aledañas, a quien tienta con la misma oferta cultural y una pujante gastronomía internacional y vanguardista a la que no hay acceso en otras zonas del país.

El impacto de este turismo nacional, explica Rivadeneira, es mucho más difícil de medir que el internacional, pero los índices de consumo en los principales feriados muestran esa nueva huella y su potencial: “Es un mercado importante que no se lo catalogaba como tal, que para nosotros ha sido un punto de equilibrio”.

Pendientes de la recuperación internacional

Y aún así, el potencial de la ciudad adquiere su máxima proyección internacional de las propias estadísticas de 2019, cuando 700 000 extranjeros pasaron por la capital, diez veces más que en 2020, y las conexiones aéreas crecieron con nuevos vuelos desde Canadá, Francia y otros países.

Una proyección que en estos momentos depende en gran medida de la evolución de la pandemia a nivel internacional, pero en la que Quito Turismo sigue poniendo la carne en el asador a través de campañas de posicionamientos dentro de estrategias nacionales individuales y multinacionales.

“Quito cuenta con una amplia variedad de naturaleza, además de la joya de la corona que es el centro histórico más grande y mejor preservado”, subraya Rivadeneira al poner en la misma balanza las catas de café y chocolate como atractivo.

Un potencial impulsado asimismo con proyectos como Quito Romance destinados a convertir la ciudad en lugar de eventos familiares y románticos, sus áreas naturales como el Chocó Andino, y un clima que la mantiene operativa todos los días del año