Todos los cuerpos de las víctimas fueron entregados a sus familiares

Un vía crucis vivió Alicia Álvarez para encontrar y recuperar el cuerpo de su cuñado, Edwin Chalco, quien falleció durante el aluvión en Quito.

Álvarez recordó cada detalle de lo ocurrido. La madrugada del 1 de febrero pasado, ella, su esposo y otros familiares buscaron a Chalco entre los escombros y el lodo. Él vivía en el sector de La Comuna y fue una de las personas que estaba en una cancha de ecuavóley cuando ocurrió el aluvión.

También acudieron al Supermaxi de La Gasca, donde fueron llevados los primeros cuerpos y a Medicina Legal. El objetivo era confirmar si había fallecido o no, sin embargo, no les dieron información.

Luego recorrieron los cuatro hospitales, donde llevaron a los heridos, pero tampoco lo encontraron. Los médicos les dijeron que todos los pacientes ya habían sido identificados por sus familiares.

A las 07:00 volvieron Medicina Legal. Allí esperaron durante nueve horas hasta que personal de Criminalística confirmó que Chalco sí se encontraba en la morgue. “Vivimos momentos de angustia y desesperación”, relató la mujer.

Para retirarlo, sus familiares tuvieron que obtener un certificado en el Registro Civil, pues no tenían la cédula de él. Finalmente, a las 18:00, les entregaron su cuerpo. Álvarez recuerda que tuvieron que pedir ayuda económica a familiares y amigos para realizar la velación y el entierro.

Este mes, Chalco hubiese cumplido 45 años. Él es una de las 26 personas que fallecieron en el aluvión que afectó al sector de La Comuna y La Gasca.

Todas las víctimas fueron trasladadas a las instalaciones del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Había nueve mujeres y 17 hombres. Ayer (3 de febrero del 2022) esa entidad confirmó que los 26 cuerpos ya ha sido devueltos a sus familiares.

Según una base de datos de Criminalística, a la que este Diario tuvo acceso, las víctimas mortales fueron devueltas a nueve hijos, nueve hermanos, dos esposos, dos padres, una madre, una prima, un tío y un sobrino.

El pasado 1 de febrero, las personas acudieron a los exteriores de esa entidad. Algunos buscaban a sus familiares desaparecidos y otros acudieron a reconocer y retirar a sus seres queridos. Hubo reclamos por la demora y la falta de información.

Por ejemplo, ese día, a las 08:00, una mujer llegó con la ropa llena de lodo. Ella fue a retirar el cuerpo de su hermana de 17 años, quien falleció tras ser arrastrada dos kilómetros por el aluvión. Los padres de esa mujer también resultaron heridos.

Todo ocurrió cuando la menor regresaba de un curso de nivelación para ingresar a la universidad. Al llegar a su casa, sus padres salieron a recibirla y en ese momento fueron arrastrados por el lodo.

En la morgue, todas las víctimas mortales se sometieron a un proceso de identificación. A 24 fallecidos los reconocieron a través de un mecanismo denominado ‘necroidentificación’. Este procedimiento consiste en comparar las huellas dactilares de los fallecidos con la base de datos del Registro Civil.

En cambio, para identificar a las otras dos víctimas fue necesario recurrir al método de antropología forense. Esto consiste en reconocer rasgos físicos del fallecido como tatuajes en la piel, cicatrices, estatura, contextura corporal, etc. La comparación también se la realiza con fotografías que tengan los parientes.

Antes de que puedan llevarse los cuerpos, un médico legista también registró cada caso en un formulario de defunción general, emitido por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.

Mientras las personas realizaban estos trámites, funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos ofrecían asistencia psicológica en los exteriores de Criminalística. Esa entidad dijo que ha brindado 348 contenciones psicológicas a los familiares de las víctimas del aluvión.

Además, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) también ha entregado 10 féretros a los parientes.

Según Javier Pérez, funcionario del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, la entrega de los féretros fue posible gracias a un esfuerzo conjunto entre las dos entidades de Estado. Además, dijo que han coordinado para que los familiares de las víctimas sean atendidos de manera digna