Transportistas y sus familias realizaron un plantón frente al municipio de Guayaquil

“Esta iniciativa de venir en manifestación ha sido impulsada por nosotras las esposas de los socios que hemos perdido a esposos, hijos, hermanos, por la pandemia y hemos asumido el manejo de nuestra unidad, pero también la deuda solidaria de esa nueva unidad que incorporamos para mejorar el servicio. Para hablar de todo esto es que insistimos en un diálogo directo con la alcaldesa”, dijo Bertha Vélez, quien perdió a su esposo.

Doris Tierra, otra dirigente, argumentó: “Nos han embargo más de 90 unidades de las 1.100 que adquirimos los años 2017, 2018 y 2019, para beneficio de los usuarios y se han iniciado decenas de juicios por las deudas asumidas. Por ello, es imprescindible el alza del pasaje urbano, como lo han hecho en otras ciudades del país. La Metrovía atraviesa por igual situación, pero la alcaldesa les ha dado un salvataje de 1,6 millones de dólares”.

Somos más de 4.000 conductores que dependen de la transportación pública y están padeciendo de la severa crisis económica. “Si los 20 buses eléctricos que la alcaldesa puso como ejemplo que cobran 35 centavos tienen problemas económicos, pese a que pagan 28 dólares de energía eléctrica por día, imagínese cómo estaremos nosotros que tenemos un gasto diario de 80 dólares en combustible y una tarifa de 30 centavos, es fácil deducir la difícil situación económica en que nos encontramos”, explicó Simón Durango, integrante de la FETUG.

Mientras se define una fecha para un diálogo directo con la alcaldesa, los transportistas siguen laborando con el 50 % de las unidades como una medida hasta que se revise la tarifa de manera técnica.

Samaniego mencionó semanas atrás que el año pasado se hizo un estudio en Quito considerando el precio del combustible a $ 1,03 por galón, y que se determinó entonces que el precio del pasaje debería ser de $ 0,42. Hoy el galón de diésel cuesta $ 1,90.

Actualmente, el pasaje cuesta $ 0,30, y el dirigente aseguró que el gremio no aceptará un incremento menor a los $ 0,10, es decir, los transportistas esperan que el precio se eleve como mínimo a $ 0,40.